domingo, 6 de noviembre de 2011

5. William Cumbajín

William Cumbajín, el ‘Asesino de los Matorrales’


Cuando era niño vendía caramelos y flores en las plazas y portales del centro de Quito.

Provenía de un hogar desordenado y disfuncional. Fue maltratado y abandonado, y desde la niñez fue drogadicto. Tenía un desarrollo mental mediocre, sin ideas patológicas delirantes. Fingía que estaba poseído por un espíritu. Su vida transcurre en las calles de la ciudad de Quito, sin ningún oficio, vivía inmerso en la drogadicción y el alcoholismo.


MODUS OPERANDI:
Sus víctimas eran violadas y estranguladas con cuerdas, ropas pertenecientes a sus víctimas o con sus mismos cordones.
A sus víctimas les ataba las piernas a los matorrales y las colocaba en posición ginecológica para poder violarlas y a algunas les extraía sus genitales, posteriormente abandonaba sus cuerpos en lugares de fácil acceso porque quería que vean lo que había hecho.

Violó y asesinó a 9 víctimas, solo se conoce de ellas.

Sus apodos eran “Perro Loco” o “El Esclavo" Pero por la Prensa Ecuatoriana fue conocido como el “Asesino de los Matorrales”






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