Colombiano, mayor de siete hijos, fue violado por dos de sus vecinos, y luego se convirtió en alcohólico y según sus declaraciones, dijo que la mayoría de sus crímenes los realizó en estado de embriaguez, tenía muchas depresiones y comportamiento suicida por lo que estuvo en tratamiento, luego se dedico a la venta de estampillas religiosas por lo que se hizo muy conocido y se ganó la confianza de muchos.
Asesinó a aproximadamente a 182 niños entre las edades de 6 a 16 años, todos varones con las mismas características, delgados, cabello castaño y caras bonitas. Garavito confesó haber violado y asesinado a 142 de los cuales solo se han encontrado los restos de 112.
Confesó además que tenía su propia estadística ya que cada asesinato lo anotaba en un cuaderno, a sus víctimas las descuartizaba, los mutilaba, los decapitaba, apuñalaba, ataba y los violaba brutalmente. Una de sus víctimas, un niño entre esa edad, fue encontrado decapitado, con su pene cercenado e introducido en su boca. También encontraron una docena de osamentas y tiempo después varios cuerpos más.
En Ecuador asesinó a dos menos más pero fue encarcelado en Colombia y condenado a pagar 40 años de cárcel, mientras que Ecuador pedía que lo extraditen para que pague también los 20 años que le impuso la justicia de Ecuador, pero solo decidieron que solo después que cumpla su condena en Colombia podrá ser llevado a todos los demás países donde lo reclamen.
Esta fue la carta que escribió Garavito al juez para pedir clemencia, e implorar que lo dejen libre, alegando que merece un poco de humanidad, aunque el jamás la tuvo con los niños que asesinó:
imágen tomada de: http://www.latinoseguridad.com/LatinoSeguridad/Criminales/Garavito.shtml
(Sic) Señor juez quinto Penal del Circuito De Tunja:
Yo Luis Alfredo Garavito Cubillos Con Cedula numero 6511635 de Trujillo Valle. Sustento ante ustedes el recurso de apelación contra la condena que se me notificó el día miércoles 12 de enero del presente año, para que principalmente se me tenga en cuenta la reducción de pena por confesión que ayudó a su despacho a aclarar el caso.
Hay que tener en cuenta que por muchos factores el promedio de vida en el momento actual es de 70 años; tengo 43, más 52 años de condena serían 95 años que sería una cadena perpetua; según tengo entendido en nuestro país no hay cadena perpetua; eso es lo que más he pedido, un trato humanitario y formas de rehabilitarme, de poder ser alguien en la vida ya que la vida y las personas y desde el vientre de mi madre siempre se manejaron muchas cosas, si a mí se me hubiera brindado afecto, cariño, orientación desde niño y más adelante cuando fui adulto; si no hubiera sido por los traumas de mi infancia y muchos hechos dolorosos que siempre me rodearon, había podido realizarme como un ser Humano, como lo que mandó Dios, dejarás a tu padre y a tu madre y formarás tu propio hogar y tendrás tus propios hijos, eso fue lo que siempre anhelé, tener una esposa unos hijos y ser alguien en la vida, sirviéndole a la familia, a la sociedad y al estado, sin causarle daño a nadie.
Siempre desde niño tuve muchas frustraciones, todo me salía mal, yo fui un hombre bueno, sufría y me daba mucho dolor cuando los demás sufrían. Había algo que me acontecía, no sé, que repasaba era algo extraño que me obligaba a ser esto y embriagarme y cuando volvía a mi estado normal yo sufría terriblemente porque yo a nadie le podía contar qué era lo que me pasaba, que era algo extraño y terrible; mas nunca me metí con los hijos de mis amigos y de la gente que era buena conmigo, yo los respetaba, antes los aconsejaba al bien, los veía como si fueran mis propios hijos, mas la señora que compartió el techo conmigo al hijo de ella yo lo quería como si fuese un hijo mío, nunca lo irrespeté ni con mi pensamiento, yo no veía la forma de yo salirme de esto tan terrible, es algo que yo no sé explicar, mas nunca pensé hacerle daño a Ronald Delgado Quintero; lamentablemente se apareció cuando yo estaba bajo ese estado; y a las circunstancias como lo maté me vengo a enterar cómo fue que quedó el cuerpo y pasa, seis meses después, estando en Pasto donde decía en la revista Vea, donde decía una cantidad de calificativos y también que me daba de cuarenta a secenta años de prisión, yo pensaba que si me entregaba a mí me mataban, entonces ahí fue donde decidí cambiarme de nombre y estar en la clandestinidad, a mí me faltaron fue oportunidades, falta de orientación y haberme encaminado por la senda del bien. Personalmente pienso como decía el apóstol San Paulo en Romanos, capítulo 7, versículo 15, porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Aparezco como un ser diabólico, despiadado y malvado pero eso no es así, soy un ser humano que sufrí terriblemente y sigo sufriendo y que muchos factores fueron los que me abocaron a tan terrible situación y que hay que entrar a analizar.
Hoy bajo otros parámetros que me encuentro sé el daño tan terrible que hice sin querer hacerlo, mas no con esto que estoy diciendo estoy pidiendo la libertad, sino una rebaja en la pena y unas condiciones humanas, que yo la pueda pagar y no por el contrario me acaben de destruir y de hundir más.
De la atención que preste a ésta le quedo altamente agradecido.
Luis Alfredo Garavito Cubillos. (sic)
Luis Alfredo Garavito Cubillos. (sic)
imágen tomada de: http://locriticodelasunto.blogspot.com/2011/06/luis-alfredo-garavito-cubillos.html
fresco buena investigación sigue asi
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